Columna publicada el 16 de julio de 2016 en El Heraldo.
En enero del 2015, Héctor Barrios Peña fue humillado por los guardias de seguridad del centro comercial Portal del Prado en Barranquilla. Cuando salió del baño, tres tipos de vigilancia se le acercaron y le gritaron a los presentes que él se estaba masturbando con otro hombre en el baño. La acusación era falsa e imposible de comprobar porque el baño ni cámaras había. Aun así lo sacaron del centro comercial, gritándole “puerco” y Barrios perdió su trabajo como ejecutivo de cuenta en una empresa, ya que varios de sus clientes observaron la escena en el Portal. Tras el chisme por lo que había sucedido, se quedó sin cartera de clientes. Barrios estuvo nueve meses sin trabajo; finalmente consiguió un empleo –con menor salario– y prefiere no entrar a los baños de los centros comerciales para no recordar el incidente.